Colonia Güell: una joya modernista en las afueras de Barcelona

Una zona bella, donde el modernismo lo invade todo, en peligro por la gentrificación: entramos en la Colonia Güell.

Iglesia de la Colonia Güell

iStock

A tan sólo media hora de Barcelona , escondida entre una carretera comarcal que conduce a la A2 y el Parque Agrario del Baix Llobregat, encorsetada entre Santa Coloma de Cervelló y Sant Boi de Llobregat, ciudad periférica conocida por ser el lugar de procedencia de los hermanos Gasol, se encuentra una perla: la Colònia Güell, fácilmente accesible si se viaja en Ferrocarrils de la Generalitat.

Esta antigua colonia textil continúa conservando la esencia fabril que caracterizaba la Catalunya de finales del siglo XIX y principios del XX. **Naturaleza y modernismo ** se juntan en este enclave para ofrecer un viaje a la historia único.

UN POCO DE HISTORIA

La colonia textil fue construida en 1890 por órdenes del empresario Eusebi Güell i Bacigalupi, con un doble objetivo: trasladar su negocio fuera de Barcelona para evitar los conflictos obreros que había en ese momento en la ciudad condal y ampliar las instalaciones para dotarlas de la mejor tecnología de la época.

Fábrica textil de la Colonia Güell

Alamy

Además de la fábrica, dedicada a la producción de panas y terciopelos, Güell construyó viviendas paras las familias (con patio interior y jardín ) , un colegio, algunas infraestructuras para uso cultural y médico, jardines y una iglesia cuyo nombre daría la vuelta al mundo por su arquitecto: la Cripta Gaudí, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2005 y Bien de Interés Nacional, en la categoría de Conjunto Histórico.

El empresario no sólo contó con ** Gaudí **, sino con los mejores arquitectos de la época: Joan Rubió, Francesc Berenguer i Mestres y su hijo Francesc Berenguer i Bellvehí.

La gran mayoría de trabajadores se instalaron en el recinto, que poco a poco se convirtió en una pequeña ciudad, y sus habitantes, una gran familia que aún hoy día se conserva. En su momento de máximo esplendor, en 1916, la fábrica llegó a tener 1.200 trabajadores.

Hay que hacer aquí, sin embargo, una parada: Güell no creó la colonia para que sus trabajadores viviesen en mejores condiciones sociales, como se apunta en muchos sitios, sino que los quiso alejar de los núcleos de agitación sindical de la época.

Edificio modernista de la Colonia Güell

Alamy

Consiguió que las familias creasen una dependencia hacia la propia colonia con la construcción de toda una logística de servicios que suplía todas las necesidades de enseñanza, cultura, sanidad y ocio. Algunos historiadores coinciden en que la manera cómo Eusebi Güell gestionó la colonia era paternalista y que se cuidó muy bien del tipo de trabajadores que acogía: gente procedente, mayoritariamente, del campo, sin tradición sindical ni revolucionaria.

Durante la Guerra Civil, la Colònia Güell fue colectivizada y los trabajadores se encargaron de su gestión. Tras pasar por diferentes propietarios, y a causa de la crisis del textil, la fábrica cerró en 1973. En el año 2000 se iniciaron las obras de rehabilitación de los diferentes edificios fabriles.

MODERNIDAD ARQUITECTÓNICA E INNOVACIÓN

La Colònia Güell presenta un gran valor arquitectónico, no solo por los edificios que integran el conjunto, sino por el plan urbanístico, que huye del caos y se caracteriza por la racionalidad y el orden.

Las líneas geométricas, la simetría, la singularidad y la originalidad son las protagonistas en este pequeño enclave en medio de polígonos.

Iglesia de la Colonia Güell

iStock

Torreones, ventanales y algunas auténticas joyas, como Ca l’Ordal, que se encuentra en el centro de la colonia ( plaza Anselm Clavé ) , actualmente en venta e incluida en el Inventario de Patrimonio.

Está formada por tres casas adosadas y un magnífico jardín delantero. También hay un sótano (antiguamente usado para las cuadras) , una planta baja, un piso y una buhardilla. Destacan las esquinas redondeadas de la casa, su excelente ubicación y su belleza; así como destaca el cartel de En Venta que lleva más de un año allí.

Otro de los edificios a destacar es el Ateneu Unió, que continúa abierto como bar (en el cual, por cierto, se hacen unos vermuts excelentes ) . Antes había un salón y una biblioteca, un billar, una sala de ensayo y un pequeño teatro. Actualmente aún se llevan a cabo actividades culturales.

Sin embargo, si hay una joya de la corona en la Colònia Güell, aquella que da dinero y que abarrota (para desgracia de la mayoría de población que vive allí) el enclave, esa es la Cripta Gaudí. Con unos precios de entrada que oscilan entre los 8 y los 10 euros (dependiendo de si precisa audioguía o visita guiada al monumento) .

Ateneu Unió (y teatro Fontova) en Colonia Güell

Alamy

EFECTO GENTRIFICADOR

Los que son de toda la vida de la zona lo encuentran caro, e injusto. Antes, había un parque precioso detrás de la cripta ; la entrada al parque, en el cual había columpios de todo tipo y una cancha de baloncesto que los niños usaban para patinar, costaba un duro, es decir 25 pesetas : 15 céntimos de euro al cambio actual.

Ahora ya no está, y en su lugar hay un aparcamiento donde los buses cargados de turistas asiáticos esperan a que estos terminen una visita que suele ser exprés. Van rápidos, ese tipo de turistas, y apenas dedican tiempo a pasear por el resto de la colonia, posiblemente más enriquecedor que sólo visitar la Cripta.

Iglesia de la Colonia Güell

iStock

Cuando esta se construyó, Eusebi Güell le dio total libertad a Gaudí, tanto en forma como en presupuesto. El arquitecto, sin pensárselo dos veces, decidió usar este pequeño proyecto como banco de pruebas para la que sería su gran obra: la Sagrada Familia.

Como la icónica catedral barcelonesa, la iglesia que Gaudí había proyectado para la colonia quedó inacabada, y sólo se construyó la Cripta, empezada en 1908. Los motivos por los que se paró la construcción de la iglesia no han trascendido, pero se dice que Güell cortó el presupuesto. La cubierta y el campanario no fueron obras de Gaudí.

Sea como fuese, el monumento destila calidad arquitectónica, como todas las obras de Gaudí . La cerámica, el vidrio, los elementos en forja, las piedras y los ladrillos se combinan de manera magistral para crear una experiencia de texturas y colores nada envidiable a lo otros monumentos más grandes y ostentosos del arquitecto catalán. Un espacio, además, que, hasta hace unos años, se fundía en un paisaje natural de primer orden y que dialogaba con la obra de manera soberbia y extraordinaria.

Calles de la Colonia Güell

Alamy

Se recomienda, eso sí, la audioguía o una visita guiada, para que el visitante se haga una idea de la magnitud de la obra.

PORQUE NO SÓLO DE PASEAR SE VIVE

Por si no fuera poco, los sábados los agricultores del Baix Llobregat montan en la Colònia Güell un fabuloso Mercat de Pagès , en el cual venden directamente sus productos de kilómetro cero.

Habitualmente se encuentran productos de temporada e incluso se pueden encontrar ciertos productos procedentes de la agricultura ecológica. Calidad, frescura y sostenibilidad es la marca de este mercado. Un plan de fin de semana al que resulta complicado decir que no. ¿Arte, naturaleza e historia a golpe de tren? ¡Eso es la Colònia Güell!

Mercat de Pagès de la Colonia Güell

Mercat de Pagès

En octubre se suele celebrar la Fiesta Modernista, en la cual se recrean escenas cotidianas de la época modernista.

Es entonces cuando los habitantes de la Colònia Güell se ponen sus trajes de época y sacan sus manualidades a la calle en un mercadillo que siempre se llena hasta los topes.

También se contratan actores que hacen viajar al visitante a través de los años y le dan una idea de cómo se vivía a principios del siglo XX en este pequeño rincón del mundo.

Feria del modernismo de la Colonia Güell

Alamy

A mediados-finales de junio, cuando el calor aún no aprieta, el jolgorio se apodera de grandes y pequeños en la Colonia Güell: se celebran las fiestas mayores, con actividades para todos los públicos, conciertos y discomóvil hasta altas horas de la madrugada. ¡Que empiece el verano!

Paellas, caminatas populares, feria de Navidad, rúa de Carnaval o Sant Jordi son algunas de las fechas para las cuales la Colònia Güells e pone de gala. Es entonces, como durante la época modernista, cuando sus habitantes salen a la calle formando la gran familia que son.

Feria del Modernisme en la Colonia Güell

Alamy

Ver más artículos

Mercantic, el oasis vintage a pocos kilómetros de Barcelona

Todo lo que tienes que saber de Barcelona

Los Manolitos aterrizan en Barcelona

La Barcelona modernista es más que Gaudí (y tenemos la prueba)